¡Gracias por su visita!

Aquí podrán leer capítulos de "Vicios & Virtudes", guías, frases, fotos y otras publicaciones. Los lunes estará disponible el nuevo video con la homilía del evangelio y la versión en texto. ¡Gracias por su visita!

domingo, 11 de noviembre de 2012

EL DON DE DAR




Domingo XXXII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

El don de dar

El evangelio de hoy nos pone frente a una realidad cotidiana en nuestra vida: la de dar. Queriéndolo o no, cada día nos toca dar muchas cosas, desde favores y caridades hasta abrazos y besos. El dar es un rasgo propio de la humanidad. Los animales, en estricto sentido, no “dan” nada. La capacidad de dar es prerrogativa del ser humano. Y es también, en cierto modo, para cada uno la medida de su humanidad. Cuando la Madre Teresa de Calcuta dijo que debemos «dar hasta que duela», estaba invitándonos a ser más humanos. En este sentido, cuanto más damos, más somos. Dios nos dio el don de dar para así crecer como personas.

Dar es valorar

Al dar definimos lo que valoramos. No nos engañemos; lo que realmente valoramos es aquello en lo que ponemos nuestro tiempo, esfuerzo y dinero. «Dime en qué gastas y te diré quién eres». La viuda del evangelio de hoy dio su tiempo, esfuerzo y dinero al templo. Ella valoró el templo más que su vida. Por eso dijo Jesús: «en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir». En realidad, valoraba a Dios, cuya casa es el templo. El hombre siempre ha sentido la necesidad interior de darle a Dios de sus bienes, como gesto de alabanza, gratitud, perdón y súplica. Es el sentido profundo de toda ofrenda cultual. El ser humano es oferente por naturaleza. Hay gente que se escandaliza de las riquezas de la Iglesia. Observa las grandes catedrales y basílicas, con sus ricos ornamentos y objetos litúrgicos, y se escandaliza de que no se venda todo eso para dar de comer a los pobres. El argumento encierra una falacia. Ante todo, porque el culto a Dios no tiene precio. Y el ser humano hace bien en buscar honrar a Dios con lo mejor que puede ofrecerle. Por otra parte, dudo que alguien tenga interés en comprar una catedral para vivir en ella o tenerla de museo. El verdadero valor del arte religioso y, en general, del patrimonio de la Iglesia está en el culto a Dios y el servicio a los fieles. El mismo Jesús, lejos de indignarse por el hecho de que aquella mujer diera al templo lo que tenía para vivir, alaba su gesto. Claro que la Iglesia tiene además el deber irrenunciable de ayudar a los pobres. La Iglesia no puede honrar el Cuerpo de Cristo con vasos de oro mientras el mismo Cristo muere de hambre en el cuerpo de los pobres, como señalaba San Juan Crisóstomo. No se trata, sin embargo, de omitir el culto a Dios para atender a los pobres. Hay que hacer lo uno y lo otro. De hecho, la Iglesia católica es, por mucho, la institución con más obras de beneficencia en el mundo.

Dar es devolver

La ofrenda de la viuda tiene, además, otro significado. Cuando damos algo, en realidad lo devolvemos. Nada es nuestro. Aunque el patrimonio y las ganancias sean fruto legítimo de nuestro esfuerzo, no dejan de ser don de Dios. De hecho, hay gente más talentosa, trabajadora y esforzada que no tiene lo que otros tienen con menos talento, trabajo y esfuerzo. Como señala Malcolm Gladwell en su libro Outliers,  pocos triunfan en la vida sólo con esfuerzo y destreza; se requieren además oportunidades para que ese esfuerzo y destreza se desarrollen y den resultados. Nadie puede sentirse dueño en estricto sentido de lo que tiene. Todos somos administradores de lo que nos fue confiado para un fin que rebasa el interés personal. Al dar sólo devolvemos lo que hemos recibido. Por eso la Doctrina Social de la Iglesia insiste tanto en el valor social de todos los bienes. Y David Noel Ramírez, en su reciente libro Hipoteca social, aclara que los dones y carismas que hemos recibido deben beneficiar a los demás. Todos nos debemos a todos. San Gregorio Magno fue más enfático aún: «Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia» (Regula pastoralis, 3, 21, 45).

Dar es liberarse

El dar tiene, finalmente, un beneficio personal y espiritual de gran valor: el desprendimiento afectivo y efectivo de lo que tenemos. La Biblia advierte: «Aunque crezcan tus riquezas, no les des el corazón» (Sal. 62, 11). Pensar que el tener algo te hará feliz es un espejismo. Como alguno ha dicho: si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que te falta. La felicidad suele ir en sentido opuesto: cuanto más das, cuanto más te desprendes, más crece. Dar es fuente de alegría. Todos lo hemos experimentado. Y es que nuestro corazón tiene un mecanismo por el que al dar se siente lleno, y también libre. Nadie goza tanto de las cosas como quien no se siente atado a ellas. Y el dar y compartir es la manera efectiva de lograr esa desatadura afectiva de las cosas.

María y el paradigma de la generosidad

La viuda de hoy es el último personaje que presenta san Marcos en su evangelio antes de la Pasión de Cristo. Cristo se siente ante alguien que está simbolizando el don de su propia vida. Pero se siente también ante una mujer que simboliza a María, su madre. Para entonces, seguramente María era ya viuda. Y estaba a punto de dar mucho más que “lo que tenía para vivir”: su propio Hijo. María se convirtió así en el más alto paradigma de la generosidad humana. Que Ella nos alcance la gracia de comprender cada vez más que dar es valorar, devolver y alcanzar la libertad del corazón.


domingo, 4 de noviembre de 2012

AMAR CON TODO




Domingo XXXI del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Pocas palabras

Dios es sintético. Todo lo dice con muy pocas palabras. Y si es posible una sola, mejor. Con un «¡Hágase…!» hizo el universo y la incalculable multiplicidad de sus creaturas. Sólo al crear al hombre –su creatura predilecta–, Dios se explayó un poco más: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra…» (Gn. 2, 26). Así nació la humanidad; miles de millones de personas, que establecerían entre sí infinitas relaciones. Las sociedades civilizadas se han esmerado en normar, hasta donde es posible, esas relaciones. Prueba de ello son los amplísimos y diversificados códigos legales que existen en tantos países. Dios, en cambio, nos ofrece una admirable síntesis. Toda su ley cabe en un solo mandato: amar. El amor sintetiza todo el deber que exige vivir como humanos. En el fondo, no sorprende. Dios Amor es nuestro origen y destino. No podía ser otro el camino a recorrer para ir de un extremo al otro: amar.

domingo, 28 de octubre de 2012

LAS LUCES DEL CIEGO


Domingo XXX del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Ciegos célebres

Los ciegos nos sorprenden a veces con una “visión” más clara y profunda que la nuestra. Es bien conocido el caso de Hellen Keller, quien de muy pequeña quedó ciega y sorda. Años después, habiendo aprendido heroicamente a escribir, ella misma relataría: «Podía compararme con un insensible pedazo de corcho. De pronto, sin que recuerde el lugar, el tiempo o el procedimiento exactos, sentí en el cerebro el impacto de otra mente y desperté al lenguaje, el saber, el amor, a las habituales nociones acerca de la naturaleza, el bien y el mal». Según sus biógrafos, aprendió los nombres de las cosas que podía tocar; aprendió a “hablar” y a “escuchar” con las manos. Escribió, entre otros, un libro titulado Luz en mi oscuridad. Otro ciego célebre es Andrea Bocelli. No cabe duda de que la ceguera, lejos de obstaculizar su talento, lo ha amplificado. Y san Francisco de Asís, quien ya viejo y casi ciego, dio a luz el más célebre de sus escritos: el Cántico de las creaturas. En el fondo, estos ciegos han visto tanto gracias a la luz interior de su espíritu. «Nadie puede apreciar el secreto de su desarrollo –escribe Paul Sperry sobre el caso Keller– sin conocer algo de su fundamento espiritual. Para ella la religión era una manera de vivir día a día, y la vida espiritual era tan real y práctica como la vida natural».

domingo, 21 de octubre de 2012

SALVAR A ALGUIEN

Domingo Mundial de las Misiones
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Poder salvar a alguien

Una de mis principales motivaciones como socorrista de la Cruz Roja, cuando tenía 15 años, era la posibilidad de salvar a alguien. Junto a otros socorristas, con el apoyo de un equipo de paramédicos de San Diego, CA., alcanzamos suficiente técnica para ello. No sólo dominamos lo básico, como la resucitación cardiopulmonar; también el soporte vital avanzado. De hecho, pudimos “salvar” muchas vidas. Nos sentíamos realizados con cada nueva “victoria” sobre la muerte. Con el tiempo, siendo ya estudiante de medicina, caí en la cuenta de que esa “salvación” era, en realidad, un tanto relativa. Tarde o temprano, esa gente moriría de cualquier forma. ¿Cuál era, entonces, la verdadera salvación? Sólo cuando sentí el llamado de Dios al sacerdocio, a la “medicina de las almas”, supe que estaba ante una tarea de salvación de otras proporciones. Como sacerdote podría colaborar en la salvación definitiva, eterna, de las personas. La diferencia me pareció abismal.

lunes, 15 de octubre de 2012

POR QUÉ CREER

POR QUÉ CREER

En el inicio del Año de la Fe

14 de octubre de 2012



Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima

Monterrey, N.L.
Por qué un Año de la fe

Este 11 de octubre pasado inició el Año de la fe. El motivo histórico de este año especial dedicado a la fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, es el quincuagésimo aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, que el Papa Juan XXIII inauguró en 1962; y el vigésimo aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Ahora bien, el Año de la fe no es un evento sólo conmemorativo. Es una invitación a redescubrir el tesoro de la fe y a renovar la fe misma, en un mundo que sufre cada vez más una “desertificación espiritual”. Es una invitación a una nueva primavera de la fe.

domingo, 7 de octubre de 2012

REDESCUBRIENDO EL MATRIMONIO


REDESCUBRIENDO EL MATRIMONIO

7 de octubre de 2012



Domingo XXVII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Un matrimonio redimido

Llevo muchas bodas. Todos se casan felices. Al menos, se casan para serlo. Y no se equivocan. El matrimonio, según el proyecto original, fue diseñado para la felicidad. El amor humano sería un espejo del amor divino, y participaría de su fecundidad y felicidad. Ése era el proyecto. La realidad, por desgracia, fue un poco diferente. El pecado introdujo el desorden en el matrimonio. Y lo que debía ser un “sueño hecho realidad”, de pronto pudo ser también una pesadilla. Por fortuna, Dios no dejó así las cosas. Vino a redimir el corazón humano y, con él, también el matrimonio. Es el status actual del matrimonio. Lo que ustedes, casados, viven, no es el matrimonio en su maravilloso proyecto original. Pero tampoco es un matrimonio desvencijado por el pecado. Es un matrimonio redimido. Conserva las sombras del pecado, pero tiene la luz y la fuerza de la gracia redentora de Cristo, que reciben en el sacramento. Hoy les invito a redescubrir la maravilla del matrimonio en su proyecto original y también las enormes posibilidades del matrimonio renovado por Cristo.

martes, 2 de octubre de 2012

TRES MITOS DEL INFIERNO


TRES MITOS DEL INFIERNO

30 de septiembre de 2012

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.
A propósito del infierno


Hablar del infierno no está de moda. Pero el Evangelio de hoy me mueve a hacerlo. Sólo en el pasaje que hemos leído, Cristo habla tres veces del «lugar del castigo», y remata su enseñanza con una breve pero escalofriante descripción: «donde ni el gusano muere, ni el fuego se apaga». Hablar del infierno es un deber pastoral. San Agustín amonesta a los malos pastores que callan ciertos temas para no “incomodar” a los fieles. Les llama “perros mudos”, que no ladran cuando deberían hacerlo. Es verdad que nuestro mensaje central es el amor de Dios, su infinita misericordia y perdón. Pero no podemos callar las consecuencias de rechazar el amor, la misericordia y el perdón.


domingo, 23 de septiembre de 2012

EL MÁS IMPORTANTE


EL MÁS IMPORTANTE

23 de septiembre de 2012




Domingo XXV del Tiempo Ordinario

Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Quién es importante


Malcolm Forbes, hijo del fundador de la revista Forbes, hace unos años publicó esta historia real: «Una mujer, con un desteñido vestido de algodón, y su esposo, con un no mejor traje, bajaron del tren en Boston, y caminaron tímidamente, sin tener cita, a la oficina del presidente de la Universidad de Harvard. La secretaria del presidente no tardó en adivinar que esos campesinos no tenían nada que hacer ahí. “Quisiéramos ver al presidente”, dijo suavemente el hombre. “Está ocupado”, barbotó la secretaria. “Esperaremos”, replicó la mujer. Por horas, la secretaria los ignoró, esperando que la pareja finalmente se desanimara y se fuera, pero no lo hizo. Sintiéndose frustrada, la secretaria decidió por fin interrumpir al presidente. “Tal vez si usted conversa con ellos unos minutos, se irán”, le dijo. Él, con una mueca de desagrado, asintió. Con el ceño adusto y paso arrogante, se dirigió hacia la pareja. La mujer le dijo: “Tuvimos un hijo en Harvard, sólo por un año. Se enamoró de esta universidad. Fue feliz aquí. Pero hace un año murió en un accidente. Mi esposo y yo deseamos levantar un memorial en recuerdo de él en alguna parte del campus”. El presidente le respondió ásperamente: “Señora, no podemos poner una estatua por cada alumno de Harvard que fallezca. La universidad parecería un cementerio”. “Oh no”, aclaró la mujer, “no deseamos erigir una estatua. Queremos donar un edificio a Harvard”. El presidente suspiró enfadado, echó una mirada a la pobre vestimenta de la pareja, y exclamó: “¿Un edificio? ¿Tienen idea de cuánto cuesta un edificio? ¡Hemos gastado más de siete millones y medio de dólares en los edificios que ven aquí, en Harvard!”. Por un momento la mujer se quedó en silencio. El presidente por fin sintió alivio. Tal vez ahora podría deshacerse de ellos. La mujer miró a su esposo y le dijo suavemente: “¿Eso es todo lo que cuesta iniciar una universidad? ¿Por qué no iniciamos la nuestra?”. Su esposo asintió. El presidente se sintió de pronto confuso y desconcertado. El Sr. Leland Stanford y su esposa se levantaron y se fueron. Viajaron a Palo Alto, California, donde establecieron la universidad que lleva su apellido, en memoria de un hijo del que Harvard no se interesó». Leland Stanford y su esposa no parecían importantes: ése fue su problema. ¿Y quién es importante?, pregunta el Evangelio de hoy. La respuesta depende de dos criterios contrapuestos: el criterio del mundo y el criterio de Jesús.

lunes, 17 de septiembre de 2012

LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO





LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO

16 de septiembre de 2012
Domingo XXIV del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.




El manejador de sueños



En 2007, Matthew Kelly publicó un libro revolucionario para el mundo organizacional: The Dream Manager. Para que una organización alcance la mejor versión de sí misma –asegura Kelly–, sus miembros han de tender a una mejor versión de sí mismos. Y la mejor versión de sí mismo requiere sueños, ilusiones, aspiraciones. El buen líder incentiva esos sueños. De ahí el título del libro: The Dream Manager. La empresa ficticia del libro de Kelly tiene especialidad: asear baños de oficinas, estadios, etc. Sus trabajadores son, sin eufemismos, limpiadores de excusados. No es difícil imaginar en ese giro a gente ruda, con mucha frustración y pocos sueños. Su realidad apenas da para otra cosa. ¿Cómo sacar de ellos la mejor versión de sí mismos? Alguien tiene que creer en ellos. Alguien tiene que soñar  que ellos pueden soñar y aspirar a la mejor versión de sí mismos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

¡ÁBRETE!


¡ÁBRETE!
9 de septiembre de 2012

Domingo XXIII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Un ser para el diálogo

La persona humana es apertura. No es casualidad que se aprecie mucho a quien es “abierto” de mente, de ánimo, de corazón. Sin embargo, la apertura del ser humano no es más que la condición de posibilidad de una vocación más profunda: la vocación a la relación y al diálogo. Para Martin Buber, el gran “filósofo del diálogo”, el ser humano es un ser para la relación; su ser crece y se afirma en una triple relación: con los demás (yo-tú), con el mundo (yo-ello) y con Dios (yo-Tú).

domingo, 2 de septiembre de 2012

¡CUIDA TU CORAZÓN!


¡CUIDA TU CORAZÓN!
2 de septiembre de 2012

Domingo XXII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

¡Cuida tu corazón!

“¡Cuida tus alas!”, decía san Agustín a los jóvenes. En obvia alusión a sus deseos de volar alto, de volar lejos, de volar con prisa. Hoy Jesús parece decirnos: “¡Cuida tu corazón!”. Porque el corazón, en sentido bíblico, constituye las alas del espíritu. Ahí, en tu corazón, decides si levantas el vuelo o te quedas en tierra; si vuelas con rumbo o vas a la deriva del viento; si vuelas alto o bajo; si vuelas lejos o te quedas revolando sobre restos putrefactos. Por eso, más allá de la polémica de Jesús con los fariseos y su tradicional hipocresía, me parece que el evangelio de hoy nos grita a todos ¡cuida tu corazón!

domingo, 26 de agosto de 2012

CUANDO DIOS SE ACERCA DEMASIADO


CUANDO DIOS SE ACERCA DEMASIADO
 26 de agosto de 2012



Domingo XXI del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Sentirse rechazado

Una de las peores experiencias humanas es sentirse rechazado. Un chico puede sentir el rechazo de la niña que le gusta. Un ejecutivo o un trabajador puede sentir el rechazo de sus compañeros. Un alumno puede sentir el rechazo de su grupo. Una persona con alguna deformidad puede sentir el rechazo de la sociedad. Y duele el corazón. Todo rechazo hace sufrir. Y no digamos cuando el rechazo viene de un amigo, o de un hermano, o de un hijo. Dicen que el amor hace soportable cualquier dolor; y es verdad. Sólo que el rechazo provoca un dolor que crece con el amor.

martes, 21 de agosto de 2012

CARNE


CARNE
19 de agosto de 2012


Domingo XX del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

De pan a carne

Con el evangelio de este domingo, damos un paso crucial en nuestra reflexión eucarística. Jesús escogió pan, y pan ázimo, como materia prima de la Eucaristía. Hoy Jesús nos aclara que la verdadera materia de la Eucaristía no es pan; es carne. De hecho, Su Carne. Los judíos quedan perplejos ante la afirmación: «Y el pan que Yo les voy a dar es mi Carne, para que el mundo tenga vida». Pero Jesús no suaviza su expresión. Ni siquiera dice: les voy a dar mi Cuerpo. El texto original griego no usa la palabra soma –cuerpo–  sino sarx –carne–.

domingo, 12 de agosto de 2012

PAN ÁZIMO



Domingo XIX del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.


Por qué pan ázimo

En los últimos domingos hemos reflexionado sobre la materia prima de la Eucaristía. Meditamos, en particular, por qué Jesús escogió pan para la Eucaristía. Hoy nos preguntamos por qué pan ázimo, es decir, pan sin levadura. El pan ázimo tuvo su aparición bíblica en la cena pascual del pueblo de Israel. Dios ordenó al pueblo: «En aquella misma noche comerán la carne. La comerán asada al fuego, con panes ázimos y hierbas amargas» (Ex. 12, 8). Según el Evangelio, la Última Cena de Jesús fue, precisamente, una cena pascual (cf. Mt. 26, 17). En ella, Jesús consagró pan ázimo. Era la primera Eucaristía. La liturgia actual sigue utilizando el pan ázimo para la consagración eucarística. Son las hostias u obleas que todos conocemos. Es pan sin levadura. Por eso es delgado, no se “esponja”. Que Jesús utilizara pan ázimo para la Eucaristía no fue algo casual. Es un símbolo que vale la pena meditar. Al mantener la continuidad con la Pascua judía, quizá Jesús quiso que entendiéramos que el pan ázimo tiene, al menos, un triple significado: Diligencia | Providencia | Esperanza.

Diligencia

El pan ázimo es sinónimo de prontitud, de diligencia. Dios mandó a los judíos que comieran el cordero pascual de prisa: «Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh» (Ex. 12. 11). ¿Por qué tanta prisa? Porque había que salir, cuanto antes, de la esclavitud de Egipto. A lo largo de la Biblia, la salida de Egipto constituye un signo del poder liberador de Dios que será interpretado cada vez más como liberación del pecado y de la muerte. Salir de Egipto es dejar atrás toda esclavitud moral o espiritual y caminar hacia una tierra prometida que es espacio de vida y libertad. Entonces, en el siglo XV a.C., había que hacerlo de prisa, con determinación, con decisión. También hoy, siglo XXI d.C., así se dejan los vicios, las prisiones morales, los malos caminos. El pan ázimo es símbolo de esta prisa, de esta diligencia para dejar el mal; es un pan de viaje; o mejor, de huída. Porque entonces, como hoy, la gran tentación es regresar; volver atrás, “a las andadas” –como suele decirse–. El pan ázimo puede parecer un “pan sin cuerpo” –toda conversión tiene sus austeridades–, y causar la sensación de un empobrecimiento. Le ocurrió al pueblo judío en el desierto. No quería ya maná; sentía nostalgia de las “cebollas de Egipto” (cf. Nm. 11, 5 – 6). El pan ázimo de la Eucaristía es símbolo de la determinación para dejar atrás la esclavitud del pecado y de la ayuda de Dios para lograrlo.

Providencia

El pan ázimo es sinónimo también de providencia. «De la masa que habían sacado de Egipto cocieron tortas ázimas, porque no había fermentado todavía; pues al ser  echados de Egipto no pudieron tomar víveres ni provisiones para el camino» (Ex. 12, 39). Salir de Egipto sin tiempo para tomar víveres ni provisiones exigió cambiar seguridades. Fue la gran lección que el pueblo de Israel debió aprender en el desierto: el abandono en las manos de Dios. Y Dios se encargó, en efecto, de que no les faltara lo esencial: pan y agua. Hizo bajar pan del cielo (cf. Ex. 16, 15) y brotar agua de una roca (cf. Ex. 17, 6). Le lección no terminó ahí: debían aprender a confiar en Dios cada día de nuevo. Por eso, el maná tuvo una clara restricción: nadie debía guardar nada para el día siguiente. A quienes lo hicieron, se les pudrió y llenó de gusanos (cf. Ex. 16, 20). El pan ázimo de la Eucaristía quiere ser hoy también para nosotros símbolo de nuestra dependencia radical de Dios y de la confianza que hemos de tener cada día en su providencia.

Esperanza

El pan ázimo es, finalmente, sinónimo de esperanza. Dios sacó de Egipto al pueblo de Israel para que caminara hacia la tierra prometida; tierra que, según la palabra divina, era buena y espaciosa –libertad– y manaba leche y miel –abundancia– (cf. Ex. 3, 8). El “paso” (la Pascua) hacia la tierra prometida exigió, como vimos, dejar atrás la esclavitud y caminar con esperanza. El pan ázimo –pan sin levadura, no lo olvidemos–, según san Pablo, es símbolo de esta transición de lo viejo a lo nuevo; de Egipto a la tierra prometida; de la esclavitud del pecado a la libertad de la gracia. Lo escribe así a los corintios: «Purificaos de la vieja levadura para ser masa nueva; pues sois ázimos… Así que, celebremos la fiesta, no con vieja levadura, ni con levadura de malicia e inmoralidad, sino con ázimos de pureza y verdad» (1 Cor. 5, 7 – 8). La “fiesta” –es decir, el gozo y la abundancia–, llegará si aceptamos el tránsito de la vieja a la nueva levadura. El pan ázimo de la Eucaristía es símbolo de esta transición paciente y llena de esperanza. Por eso la Eucaristía es también prenda para una vida nueva en esta tierra y viático para la vida eterna en el cielo.

María, una mujer sin levadura

María fue una mujer sin levadura. Ella aceptó una vida llana y sencilla; una vida sin “inflar”; una vida libre de toda esclavitud. Vivió feliz renovando cada día su confianza en la providencia y su esperanza en la vida nueva y eterna que su Hijo vino a darle a la humanidad. Ella nos alcance la gracia, a través de la Eucaristía, de ser prontos para salir del mal, confiados para caminar hacia el bien, y esperanzados en que un día llegaremos.


+

domingo, 5 de agosto de 2012

POR QUÉ PAN



Domingo XVIII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Materia prima divina

El domingo pasado, el milagro de la multiplicación de los panes concentró nuestra atención sobre la materia prima humana de la Eucaristía; es decir, lo que Jesús “necesitó” del hombre para se diera aquel milagro, prefiguración de la Eucaristía. Hoy nos centraremos en el pan como materia próxima de la Eucaristía. Y aunque el pan es un producto humano, en cierto modo Dios lo toma como materia prima divina.

lunes, 30 de julio de 2012

MATERIA PRIMA




Domingo XVII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.


Superando la obsolescencia

Cada año hay ferias y exposiciones para presentar lo último en computación, automovilismo, electrónica, moda, etc. No faltan en ellas presentaciones espectaculares de los modelos más recientes de computadoras, tabletas electrónicas, teléfonos celulares, etc. En el fondo, las ferias y exposiciones demuestran que no hay invento humano que resista la prueba de la obsolescencia. Tarde o temprano, el mismo hombre inventará algo mejor. A partir de hoy, y en los próximos cuatro domingos, la Iglesia nos presenta un “producto” que ha resistido todas las obsolescencias. Un producto que jamás ha tenido versiones 2.0, 3.0, 4.0, etc. Un “producto” que es, al mismo tiempo, lo más nuevo y lo más antiguo de la Iglesia: lo más nuevo en diseño, economía, rendimiento y eficacia; y, al mismo tiempo, lo más antiguo, pues mantiene hasta hoy su versión “clásica” –un pan ázimo–: la Eucaristía. El Evangelio de estos cinco domingos está tomado del capítulo sexto de san Juan: el “capítulo eucarístico” por excelencia, en el que Jesús obra el milagro de la multiplicación de los panes y después expone, en una larga discusión con los fariseos, su inimaginable doctrina sobre la Eucaristía.


lunes, 23 de julio de 2012

TEOLOGÍA DEL DESCANSO



Domingo XVI del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Hacia una teología del descanso

La teología es una reflexión sistemática sobre Dios y sus atributos.
Desde los primeros siglos del cristianismo hasta nuestros días, la ciencia teológica se ha venido enriqueciendo con nuevas ramas y enfoques. Además de teología fundamental, cristología o eclesiología, hoy se habla de teología de la esperanza, teología del progreso, teología del cuerpo, etc. Tal vez esté faltando el enfoque sobre un atributo de Dios que constituye, además, nuestro destino trascendente y definitivo: una “teología del descanso”.

El descanso de Dios

Según la Biblia, Dios fue el primero en descansar. Al concluir la creación, en el séptimo día, Dios cesó de trabajar (cf. Gn. 2, 2 – 3).
Es obvio que Dios no necesita descansar, porque en realidad Él mismo es un descanso eterno. Él no necesita “moverse” para hacer las cosas. Su vida íntima es reposo absoluto, equilibrio perfecto, quietud total. Por eso, cuando Dios se enoja contra el pueblo de Israel por su falta de fe, dice: «he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso» (Sal. 95, 11).

lunes, 16 de julio de 2012

BASTÓN, SANDALIAS Y TÚNICA



Domingo XV del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

El principio K.I.S.

Una de las reglas de oro de Steve Jobs, genio fundador de Apple, fue lo que ahora se conoce como el principio “K.I.S.” por sus siglas en inglés: “Keep it simple” (mantenlo simple). Simple es sinónimo de “amigable”. Y eso es lo que quería Jobs en todos sus inventos: el más alto diseño unido a una rebosante simplicidad. Claro, el precio de la simplicidad exterior suele ser una elevadísima sofisticación interior. Por eso, el mismo Jobs solía decir: “El culmen de la sofisticación es la simplicidad”.

domingo, 1 de julio de 2012

UNA FE ATREVIDA





Domingo XIII del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L.

Contacto físico

El contacto físico es un lenguaje primario del amor, dice Gary Chapman en su libro Los cinco lenguajes del amor. Todos hemos sentido alguna vez la fuerza expresiva de este lenguaje. El contacto físico es un lenguaje fuerte, sin palabras

La hemorroísa

El Evangelio de hoy nos presenta el caso de una mujer que experimentó toda la fuerza del contacto físico. No sabemos su nombre. Sólo sabemos lo que le pasaba. Por eso, la tradición cristiana la ha bautizado con el nombre, nada elegante, de “hemorroísa”. El Evangelio nos ofrece de ella dos datos esenciales:
Que padecía flujo de sangre desde hacía 12 años. Que había gastado toda su fortuna en médicos, y estaba desesperada. Tenía, por tanto, dos problemas: uno médico y otro anímico. Esa pérdida continua de sangre le iba quitando no sólo las fuerzas físicas, también las espirituales. Además, según la mentalidad judía, el sangrado femenino era causa de impureza. Por eso la hemorroísa, además de enferma, se sentía sucia, miserable, indigna.

domingo, 24 de junio de 2012

UNA VIDA CON SENTIDO


Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista
Parroquia de Ntra. Sra. de FátimaMonterrey, N.L.




La enfermedad de nuestro tiempo

El vacío existencial es la enfermedad de nuestro tiempo, decía Víktor E. Frankl. Suelen experimentar este vacío los que o no saben lo que quieren (escepticismo), o quieren lo que otros hacen (conformismo) o hacen lo que otros quieren (gregarismo). En definitiva, el vacío existencial es síntoma de una vida inmadura, sin proyecto ni sentido. La Iglesia nos presenta hoy un hombre maduro, pleno, con una clara misión en la vida: san Juan Bautista. Celebramos su nacimiento, seis meses antes del de Cristo. Juan fue el tipo de hombre que sabe lo que quiere, quiere lo que hace y hace lo que quiere. Su padre, Zacarías, tras darle el nombre de Juan, dijo: «Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos» (Lc. 1, 76). Para Juan, crecer y madurar significó tomar conciencia de esa misión y enfocarse en ella. De él podemos aprender que una vida madura, plena y con sentido, es: Saber lo que se quiere, Querer lo que se hace, Hacer lo que se quiere.

domingo, 17 de junio de 2012

CUATRO REGLAS DE SANTIDAD


Domingo XI del Tiempo Ordinario
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima Monterrey, N.L.






Vida espiritual

También la vida espiritual tiene reglas. El Evangelio de hoy nos presenta, en dos parábolas, cuatro reglas de santidad. Es decir, cuatro principios que debemos comprender para crecer y madurar en la vida espiritual. Las tres primeras reglas se desprenden de la parábola del grano que da fruto sin que el hombre sepa cómo. La cuarta regla se desprende de la segunda parábola, la del grano de mostaza.

Primera regla: La santidad no es obra nuestra.

domingo, 10 de junio de 2012

BENDITA DEBILIDAD



Domingo X del Tiempo Ordinario10 de junio de 2012
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima Monterrey, N.L.


El problema no es ser pecadores

“Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados”. Lo dice Jesús en el Evangelio de hoy. Y es que Dios sabe de qué estamos hechos. Se acuerda de que somos barro (cf. Sal. 103, 14). Por eso no se escandaliza de nuestra debilidad.  Hay quienes tal vez se sienten fuertes, puros y santos. Tanto, que se vuelven intransigentes con las miserias y debilidades de los demás.
¡Cómo dan pena, en este sentido, esos que son “más papistas” que el Papa! Esos que ven con malos ojos la “excesiva” bondad y comprensión de Dios y de la Iglesia. Y es que la Iglesia, aunque exigente en la enseñanza, es comprensiva en el perdón.  Qué bien lo explicó el novelista francés G. Bernanos: «Una parroquia es forzosamente sucia. Una cristiandad es más sucia aún. La Iglesia tiene que ser una buena ama de casa, un ama de casa razonable. Una buena ama de casa sabe que no puede hacer de su casa un relicario» (Diario de un cura rural). El problema no es ser pecadores. El problema es nos reconocernos como tales y acudir al perdón de Dios.

domingo, 3 de junio de 2012

LA GRAN LECCIÓN DE DIOS



Santísima Trinidad - 3 de junio de 2012
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.


Dios Uno

Lo que hoy celebramos es un misterio: Tres Personas Divinas, pero un solo Dios. Así de breve, y así de incomprensible para quien sepa contar al menos hasta tres. Al margen de las elucubraciones teológicas, el Misterio de la Santísima Trinidad nos da una profunda pero sencillísima lección: la lección de la unidad. De Dios aprendemos que la unidad es el secreto de toda fuerza, fecundidad y felicidad. Él lo sabe desde siempre; desde que es Dios. Nosotros, en cambio, hijos de la era del individualismo, necesitamos redescubrir esta lección, sobre todo ahora que la tecnología nos ha conectado tanto, pero al mismo tiempo nos ha aislado tanto.

lunes, 28 de mayo de 2012

UN CORAZÓN NUEVO


Domingo de Pentecostés - 27 de mayo de 2012
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.

Un corazón nuevo

Nos repugna envejecer. No queremos arrugas en la cara, ni pecas en las manos, ni estrías en la piel. Hice mi investigación. Escribí “remedios contra el envejecimiento”. Un millón setecientos treinta mil resultados. Remedios caseros, cremas humectantes, Bótox, ácido hialurónico, sofisticadas técnicas quirúrgicas: de todo había. Por no mencionar los así llamados “tratamientos anti-edad” (antiaging). La Iglesia nos ofrece una “técnica” más sencilla y eficaz. Cierto, no para evitar las arrugas de la cara, pero sí las del corazón, mucho más feas.

LEVANTA LA MIRADA, LEVANTA EL CORAZÓN


VII Domingo de Pascua - 20 de mayo de 2012
Solemnidad de la Ascensión del Señor
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.

La Ascensión del Señor

Un cosmonauta ruso dijo en cierta ocasión: “Subí al cielo y no vi a Dios”. Y un taxista mexicano, que escuchaba la radio, comentó: “Te hubieras quitado el casco, a ver si no lo ves”. Hoy subió Jesús al cielo. Se fue al reencuentro con Dios Padre. Terminaba así su misión. Su ascensión nos invita a mirar al cielo. ¡Cómo necesitamos, en los tiempos que corren, esta mirada al cielo!

LA ORACIÓN QUE CAMBIÓ LA HISTORIA


VI Domingo de Pascua - 13 de mayo de 2012
Solemnidad de la Virgen de Fátima
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.


La Virgen de Fátima

El día de hoy, 13 de mayo, las iglesias y santuarios  de la Virgen de Fátima celebran su fiesta patronal. Hace 95 años, el 13 de mayo de 1917, la Virgen María se apareció por primera vez a tres niños –Lucía, de diez años, Francisco, de ocho, y Jacinta, de seis, en un caserío de Portugal llamado Fátima. El suceso dio la vuelta al mundo… Corrían años muy difíciles. Desde 1914, una guerra de dimensiones apocalípticas asolaba Europa: la primera guerra mundial. El 5 de mayo de 1917, en un intento supremo por aplacar la catástrofe de la guerra, el Papa Benedicto XV decretó que se añadiera a las letanías del Rosario la invocación: “Reina de la Paz, ruega por nosotros”. Ocho días después, María se aparecía en Fátima con la promesa de la paz, si los hombres y los pueblos se convertían al amor. Y María insistía, para ello, en que se rezara mucho; especialmente el Santo Rosario. Ella misma, en su aparición, se mostró con un gran rosario blanco en sus manos.

martes, 8 de mayo de 2012

¿CUÁL ES TU SECRETO?

V Domingo de Pascua - 6 de mayo de 2012
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.


¿Secretos del éxito?

La literatura actual ofrece mil secretos del éxito. Una búsqueda rápida en la red arroja diez millones, cien mil resultados… “Los diez secretos del éxito”, “Los siete secretos del éxito”, “Los 21 secretos del éxito”, “Secretos del éxito en ocho palabras”.