(Cuando la irracionalidad se volvió sabia)
Según la tradición, junto al Niño Dios, en el establo de Belén había un burro y un buey. No sin una razón bíblica: «Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo», dice el profeta Isaías.
Se antoja, además, una razón práctica: los dos animales, con el calor de su cuerpo y la humedad de su aliento, servirían de improvisada incubadora al recién nacido.
lunes, 20 de diciembre de 2010
viernes, 10 de diciembre de 2010
La sabiduría del pesebre
- artículo de 2009, pero sigue vigente -
LECCIONES DESDE UNA GRUTA PARA TIEMPOS DIFÍCILES
2009 ha sido el año de las crisis. Un año de sobresaltos económicos, financieros, políticos y de salud con repercusiones muy palpables en la mesa y el bolsillo. Por eso todos esperamos un 2010 si no bueno, sí menos malo. Pero esta esperanza para ser fundada necesita de un aprendizaje.
martes, 23 de noviembre de 2010
UN REY DIFERENTE
Solemnidad de Cristo Rey
21 de noviembre de 2010
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
San Pedro Garza García, N.L.
“Cuando estaba ya crucificado…” Así empieza el relato evangélico de esta solemnidad de Cristo Rey. Sin duda, un evangelio desconcertante para hablar de un Rey.
sábado, 20 de noviembre de 2010
SI SE MANTIENEN FIRMES
XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario
14 de noviembre de 2010
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
San Pedro Garza García, N.L.
El domingo pasado hablamos de los “tremendistas apocalípticos”. Su mensaje: “se acerca el fin, y más vale tener un búnker dónde refugiarse”. Hoy hablaremos de los “hedonistas despreocupados”. Su mensaje: “Vive la vida y despreocúpate: no pasa ni pasará nada, ni aquí ni en la otra vida”.
domingo, 14 de noviembre de 2010
ENTREVISTA
Les comparto con mucho gusto esta entrevista sobre el libro “Vicios y virtudes” con la Sra. Guadalupe Venegas, de “Guadalupe Radio”, para un programa que se difunde en Los Ángeles, CA.
Para escuchar, den clic -> AQUI
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RESUCITAR
XXXII Domingo del Tiempo Ordinario
7 de noviembre de 2010
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
San Pedro Garza García, N.L.
La resurrección es el “para qué” definitivo en nuestra vida... Vaclav Havel dijo: “Sin la condición de la muerte no existiría nada parecido al sentido de la vida, y la vida humana no tendría nada de humano”. “Y de la resurrección”, le faltó decir.
La resurrección puede entenderse de tres maneras.
- La resurrección definitiva.
- La resurrección “intermedia”.
- La resurrección antes de la muerte.
1. Resurrección definitiva
En el libro de los Macabeos (primera lectura): En medio de atroces martirios, los niños macabeos confiaron en resucitar a la vida: “Asesino, tú nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna”. El libro de los macabeos nos enseña dónde poner los ojos cuando sufrimos: ¡en la resurrección!
Stanislaw Grigiel dijo: “la esperanza es como la memoria del futuro”. Debemos recordar que no todo acaba en esta vida; que hay una vida futura, como la llama Jesús en el Evangelio. La resurrección definitiva llegará al final de los tiempos, con tres acontecimientos clave:
- la segunda venida de Cristo (Parusía),
- la resurrección de la carne
- y el juicio final.
Se excluye por completo el concepto de reencarnación. Llama la atención el porcentaje de católicos que, tal vez por ignorancia, creen en la reencarnación. No es el mensaje de la Biblia. Menos aún el de Cristo.
2. Resurrección “intermedia”
La resurrección “intermedia” no es propiamente una resurrección, sino una subsistencia. Nuestra alma es espiritual, no puede morir. Muere nuestro cuerpo, no nuestra alma. El alma separada de nuestro cuerpo, afronta en el mismo instante de la muerte un primer juicio: el juicio particular. Y, tras ese juicio, el alma separada pasa inmediatamente a gozar de Dios en el cielo, o a purificarse de sus imperfecciones en el purgatorio o a sufrir en el infierno (cf. Catecismo I.C. 1022). Aunque se hallará en un estado “incompleto”, “innatural”, hasta que resucite el cuerpo (la “carne”) en la resurrección definitiva.
3. Resucitar en esta vida
La Iglesia nos enseña que participamos ya desde ahora de la vida eterna “en Cristo resucitado”. Aún no de modo pleno, como será en el cielo, pero sí “inicial” –“incoado”–, como en semilla, en germen.
- Es el “ya, pero todavía no”, de la escatología.
Todos estamos llamados a vivir hoy esta vida nueva en Cristo. “Si habéis resucitado con Cristo –dice san Pablo– buscad las cosas de arriba”. La Parusía ciertamente llegará. El fin del mundo, ciertamente llegará. El juicio final, ciertamente llegará. Por cierto, el “cuándo” nadie lo sabe, en palabras de Cristo. En cualquier caso, lejos de infundir temor, esta certeza debe darnos esperanza, serenidad, paz. ¿Cómo temer la llegada de quien nos ha amado hasta el extremo?
No entiendo, desde la fe, a quienes se alarman, se inquietan y empiezan a “tomar medidas” –como no sea la oración– ante un “inminente” fin del mundo. Prepárate, sí. Porque no sabes ni el día ni la hora. Ten siempre encendida la luz de tu lámpara (cf. Lc 12, 35), pero recuerda que esa lámpara no es una linterna de baterías de litio de larga duración, recargables, de 6 voltios, sino tu vida de gracia.
Y que María Santísima nos alcance la gracia de “vivir en Cristo resucitado”, en la espera dichosa de que se consume la obra de la redención. Que Ella nos conceda rezar íntimamente en cada Misa las palabras que siguen a la oración del Padrenuestro: “Líbranos, de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo”.
lunes, 1 de noviembre de 2010
EL ÁRBOL DE ZAQUEO.
XXXI Domingo del Tiempo Ordinario
31 de octubre de 2010
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
San Pedro Garza García, N.L.
Todos hemos necesitado alguna vez un árbol donde subir. De niño, mis hermanos y yo íbamos a la “tiendita”, a unas cuadras de casa. Tenía su emoción: en el trayecto había un perro bravo. Afortunadamente había un árbol…
domingo, 31 de octubre de 2010
EN EL CORAZÓN DE LA MISIÓN
XXX Domingo del Tiempo Ordinario
24 de octubre de 2010
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
San Pedro Garza García, N.L.
- 1,165,714,000 católicos en el mundo (de una población mundial de casi 6,700 millones de habitantes): 17.4%
- Sacerdotes en el mundo: 409,166.
- Habitantes por sacerdote: ~13,000
La esencia de la misión es el amor: dar a conocer el amor de Dios a los hombres. ¡El mundo tiene necesidad de ese amor! Ese amor se lleva en el corazón, o no se lleva. Por eso, en esta homilía, nos vamos a preguntar tres cosas:
o ¿Qué significa la misión para el corazón de Dios?
o ¿Qué significa la misión para el corazón de la Iglesia?
o ¿Qué significa la misión para tu corazón?
domingo, 5 de septiembre de 2010
Sensualidad y Soberbia
El desequilibrio original
El ser humano es complejo. Mucho más que un sofisticado reloj suizo de alta precisión. Alma y cuerpo, genética y educación, temperamento y experiencia, naturaleza y gracia, todo contribuye a que la persona humana sea en verdad única, inédita, irrepetible e impredecible.
Muy pronto el egoísmo dio a luz su primer fruto ─y quizá el más amargo─: la división. Y así, desde el mismo amanecer de la humanidad hasta el día de hoy, el hombre se siente dividido, lacerado por rupturas desgarradoras en todas sus dimensiones. El hombre se rebeló a Dios, inventó la guerra contra los demás, traicionó su propia integridad y, de paso, rompió el equilibrio de toda la creación.
domingo, 29 de agosto de 2010
EGOÍSMO.
El máximo enemigo en la vida
La vida nunca ha sido fácil. Hay días en que todo sale mal. El agua de la ducha está helada; los niños, insoportables; el tráfico, espantoso; las noticias, pésimas; y una oscura nube de mal humor se cierne sobre el horizonte. Son los enemigos cotidianos de la serenidad.
Pero ninguno de ellos como nuestro ego, cuando anda desatado, inflamado o lastimado. Nuestro ego magnifica todos los pesares. Un alto empresario colombiano decía que «el ego es como la velocidad: agrava cualquier accidente»[1]. Cuando nuestro ego está en su lugar, ningún accidente puede robarnos más tiempo que el necesario para resolverlo.
La palabra “ego” viene del latín, y significa simplemente “yo”. La traducción literal de “egoísmo” sería “yoísmo”: un afán desmedido de defender, proteger, magnificar, complacer, mimar el propio yo, normalmente a costa de los demás. Dicho de otro modo, es el amor desordenado de uno mismo.
viernes, 20 de agosto de 2010
Entrevista: "VICIOS & VIRTUDES"
Entrevista del P. Alejandro Ortega L.C. con Pedro Ferriz de Con en Imagen sobre el libro Vicios & Virtudes. Clic AQUÍ.
lunes, 16 de agosto de 2010
domingo, 15 de agosto de 2010
Diseñados para amar.
La ciencia más avanzada muestra que la lenta evolución del cosmos hasta la aparición del hombre sobre la Tierra obedece a un diseño inteligente. La Inteligencia creadora todo lo dispuso para que el universo fuera el hogar de una creatura privilegiada. ¿Cómo no pensar que esa creatura es fruto también de un alto diseño? El diseño refleja la función, el para qué de algo. Los ventiladores eléctricos cuentan con aspas en forma circular, inclinadas en un determinado ángulo; fueron pensados para arrojar aire.
lunes, 9 de agosto de 2010
El inicio.
"Quien no se conoce, probablemente vive en la ilusión; quien se conoce pero no se acepta, tal vez caiga en la desilusión; quien se conoce y se acepta, pero no se supera, quizá ceda al conformismo"
Debo a Alexander Solyenitsin una de las intuiciones más certeras que conozco sobre el hombre. El escritor ruso desterrado al archipiélago Gulag cuenta en sus memorias cómo un día, tras recibir una golpiza, tuvo un delirio de venganza. Imaginó que la situación se invertía. Que sus verdugos pasaban a ser presos y él, verdugo. Sintió de pronto cómo la maldad hacia erupción en su interior. Manaba a borbotones desde una oscura y hasta entonces desconocida fuente. Se vio a si mismo, casi extasiado, desquitándose con extrema saña y crueldad. Entonces recapacitó y cayó en la cuenta de una tremenda e inquietante realidad: la línea divisoria entre el bien y el mal no separa a unos hombres de otros -los "buenos" y los "malos"-, sino que atraviesa de punta a punta el corazón de cada hombre.
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