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lunes, 26 de marzo de 2012

UN CORAZÓN PURO


Domingo V de Cuaresma - 25 de marzo de 2012
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima - Monterrey, N.L.


Partir del corazón

Hoy, mientras celebramos esta Misa, el Papa Benedicto XVI acaba de concluir la gran Celebración Eucarística que presidió ante más de seiscientas mil personas junto al Cerro del Cubilete, en León, Gto. ¿El corazón de su mensaje? Volver al corazón. El Papa nos dijo, en esencia, que el hombre de hoy y especialmente nosotros, mexicanos, necesitamos purificar, renovar y fortalecer nuestro corazón.


Un corazón puro

Tomando el salmo de este Domingo V de Cuaresma, que es el salmo 50, el Papa repetía una y otra vez la súplica del salmista: “¡Crea en mí, Señor, un corazón puro!”. El Papa sabe que México es un país de “mucho corazón”. Pero nuestro corazón ha estado muy expuesto a la violencia, al pecado, al egoísmo. Nuestro corazón necesita purificarse para reencontrar la esperanza, la alegría y la fortaleza ante cualquier adversidad.

Cómo purificar el corazón

De la homilía del Santo Padre, extraigo tres vías o caminos para purificar el corazón:
  • La humildad de Cristo
  • El testimonio de los santos
  • El ejemplo de María


La humildad de Cristo

Cuando unos griegos piden ver a Jesús, Él no responde: “aquí estoy, que vengan”. Su respuesta, de hecho, no parece tener nada que ver con la petición. Sin embargo, tiene mucho que ver, nos dice el Papa. Tal vez esos griegos querían verlo por ser ya un personaje famoso, recién aclamado por la multitud tras su ingreso en Jerusalén. Jesús no quiere que lo busquemos bajo esa óptica. Su respuesta nos sitúa en la óptica correcta: “si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto”. Jesús tiene parámetros muy distintos de los nuestros: Para Cristo, humillarse es ser glorificado. Para Cristo, servir es reinar. Para Cristo, morir es dar fruto. Desde entonces, quien quiera encontrar a Jesús glorificado, tendrá que buscarlo primero crucificado.

El testimonio de los santos

Por otra parte, el Papa nos habló de los santos. Ellos vivieron en plenitud el mensaje de Cristo: muriendo a sí mismos, fueron felices y dieron mucho fruto. El Papa nos recordó que la alegría es un ingrediente esencial de la santidad. No hay un corazón puro que no sea alegre. Y un corazón alegre es un corazón fuerte, capaz de afrontar cualquier dificultad. Pureza, alegría y fortaleza son tres cualidades que se dan juntas en el corazón. En el fondo, estas tres cualidades también son expresión del axioma evangélico: “si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto”. El axioma vale tanto para el plano humano como para el sobrenatural. No ha habido invento, descubrimiento, medalla o trofeo que no venga de las catacumbas de un laboratorio, de un taller, de una mesa de trabajo o de un gimnasio. No ha habido un corazón puro, un corazón alegre, un corazón fuerte que no venga de las catacumbas de la oración, de la fidelidad y del sacrificio personal. Por eso, la imagen del grano de trigo que cae en tierra y muere para dar fruto es muy realista.

Benedicto XVI

Yo estoy convencido de que la visita del Papa Benedicto XVI a nuestro país dará mucho fruto. Precisamente porque ha estado marcada también por esta ley del morir para dar fruto. El Papa tiene casi 85 años. Hizo un viaje de catorce horas en avión para llegar a México, con un cambio de horario de siete horas. Los que han hecho un viaje trasatlántico saben lo que es el “jet lag”. Mientras celebraba la Misa, era obvio que el Papa está cansado. Pero a la fatiga y al esfuerzo espiritual, físico y mental se une el desgaste de la crítica de quienes atacan a la Iglesia católica y a su persona, las más de las veces sin apenas conocerlo…

Me ha dado muchísimo gusto, por contraparte, que mucha gente ahora empieza a darse cuenta de la calidad, de la humildad y de la calidez del Papa Benedicto XVI. Se le ha comparado tanto con el gran Juan Pablo II, que muchos no se habían dado la oportunidad de valorarlo por sí mismo: por sus dones y cualidades también sobresalientes. El Papa no ha venido a Mexico sólo a sembrar semillas de amor y de esperanza; ha venido a sembrarse él mismo, como grano de trigo que quiere morir dándose con generosidad para dar fruto. Estoy seguro de que su visita lo dará, y mucho…

El ejemplo de María

El Papa dijo que, para superar el mal, no bastan las estrategias humanas. Hace falta poner nuestra esperanza en Dios, meditando en su Palabra y confiando en el poder del amor, que vence el mal. ¡Cómo nos ayuda el ejemplo de María, que meditaba las palabras y los acontecimientos humanos y divinos en su corazón! Ella nos ayude, tras la visita del Papa, a ser mejores cristianos y, ¿por qué no decirlo?, también mejores mexicanos. Ella nos alcance la gracia de ser hombres y mujeres de un corazón más grande, es decir, de un corazón más puro, más alegre y más fuerte.

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