XIX Domingo del Tiempo Ordinario - 7 de agosto de 2011
Parroquia de Fátima - Monterrey, N.L.
Un nuevo curso
Para muchos estudiantes,
el mes de agosto se parece al mes de enero.
Marca el inicio de un nuevo año escolar: oportunidades, retos, tareas, logros,
decepciones, experiencias… Tal vez
el evangelio de este día te inspire, de cara al nuevo curso, una actitud más
positiva, más “atrevida”, más “proactiva”.
El milagro “innecesario”
Los milagros de
Jesús casi siempre resolvieron una necesidad inmediata, si bien con un
significado trascendente. El milagro
de este domingo, sin embargo, resulta aparentemente innecesario. Que Pedro pida a Jesús la chifladura
de caminar sobre el agua, ¿para qué podía servir…? Jesús pudo haberle respondido simplemente: “¡A esquiar, a la
presa…! ¡Déjate de bobadas…!
Proactivos en la fe
Pedro sabía muy bien
que estaba pidiendo un milagro, y un milagro grande: caminar sobre las aguas. Pero tuvo una de esas corazonadas que
llevan a pedir lo impensable… Y se atrevió: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti
sobre el agua”. Sospecho que él mismo no estaba esperando la respuesta que
escuchó: “¡Ven!”. Llamo “fe proactiva” a esa fe que toma la iniciativa, que se
atreve, que pide lo impensable con confianza…
Cómo alcanzar una fe proactiva
- No temer a Jesús. - Los discípulos iban llenos de miedo. Había oscuridad y tormenta. Pero lo que más temían era esa misteriosa figura que caminaba sobre el agua hacia ellos en plena madrugada. Gritaban de miedo… ¡Era Jesús! Pero ellos le tenían miedo… Nos pasa a veces: nos da miedo Jesús. O, mejor, “el fantasma” de Jesús, “la falsa imagen” que nos hacemos de Él. El fantasma de un Jesús que “sólo viene a hacernos la vida de cuadritos…”. El fantasma de un Jesús que “sólo viene a pedirnos quién sabe qué…” El fantasma de un Jesús que “sólo viene a aguarnos la fiesta…” Jesús, en cambio, dice: “No tengan miedo. Soy Yo”. ¿Y tú, tienes miedo a Jesús?
- Hablarle con franqueza.- Dile lo que traes en el corazón. Lo que anhelas. Lo que más quieres… Pedro le dijo a Jesús lo que él quería, aunque era una “chifladura”, y Jesús le respondió: “¡Claro que sí, adelante!”. ¿Qué quieres en este año? ¿Qué necesitas? ¿Qué te llena de ilusión? ¿Un novio, una novia? ¿Un mejor promedio? ¿Una beca? ¿Un puesto en la selección? Una fe proactiva se atreve a pedir a Jesús lo que trae en el corazón.
- Romper esquemas y seguridades.- Pedro, en cuanto oyó la respuesta de Jesús, no dudó en bajar de la barca y ponerse a caminar sobre el agua. Pedro se adelantó a esos eslóganes publicitarios, hoy muy famosos: “Piensa diferente” (“Think Different”, Apple) y “Sólo hazlo” (“Just Do it”, Nike). Bajar de la barca y caminar sobre el agua es pensar diferente, es dejar seguridades y entrar en la inestabilidad de la fe. Es salir de la zona de confort y entrar en la dimensión de Dios, en la “inseguridad” de confiar sólo en Él.
- Mirar sólo a Jesús.- Contra todas las previsiones de la física, Pedro caminó sobre el agua. Y todo iba de maravilla, hasta que se distrajo con el tamaño de las olas y la fuerza del viento… Si alguna vez te bajas de la barca y caminas sobre el agua, no cometas el mismo error. Tú no dejes de mirar a Jesús. Quizá todos hemos caminado alguna vez sobre el agua, cuando hemos logrado algo impensable; algo visiblemente superior a nuestra capacidad. En ese momento, no hay que dejar de mirar a Jesús: es Él y sólo Él quien nos sostiene…
Jesús es ese Pianista,
que toma tus manos y hace milagros contigo en el piano. Sólo te pide: “Tú suelta
tus manos y sigue tocando…”.
La fe proactiva de María
María es modelo de una fe proactiva. Basta verla en las Bodas de Caná... Su fe es una fe “atrevida”,
“asertiva”, “proactiva”. Ella nos alcance una fe así.
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