VIII Domingo del Tiempo Ordinario
27 de febrero de 2011
Una actitud evangélica por excelencia es el abandono en manos de la Providencia. No es una postura fácil. La tendencia “instintiva” es aferrarnos a algo; tener “control”, “seguridades”, etc. Pero “a Dios no le gustan los sistemas seguros…” (T. Dajczer). La clave: comprender el concepto evangélico de Providencia. ¿Qué es la Providencia?